
El piercing ombligo ha sido una forma popular de expresión personal durante las últimas décadas, convirtiéndose en un símbolo de individualidad y estilo. Desde su auge en los años 2000, este tipo de perforación ha evolucionado en términos de diseño y técnicas de colocación, manteniéndose relevante en la cultura contemporánea. Con la creciente aceptación de las modificaciones corporales, cada vez más personas consideran someterse a esta experiencia.
Este artículo proporciona una guía exhaustiva que aborda los diversos tipos piercing ombligo, su historia, los materiales más adecuados para su colocación, así como los cuidados necesarios para mantenerlos en óptimas condiciones. La información está diseñada para ayudar a aquellas personas interesadas en hacerse un piercing en el ombligo, ya sea por razones estéticas, culturales o simplemente para experimentar con su imagen personal.
Historia del piercing en el ombligo
La práctica de perforar el ombligo data de siglos atrás y ha sido observada en diversas culturas a lo largo de la historia. Desde los antiguos egipcios, que veían el cuerpo como un lienzo para expresarse, hasta las comunidades indígenas de América, el piercing ombligo abajo ha tenido significados culturales profundos. En algunas sociedades, era un símbolo de estatus, mientras que en otras se consideraba una forma de conexión espiritual o un rito de iniciación.
Durante la década de 1990, el piercing ombligo comenzó a ganar popularidad en Occidente, especialmente entre celebridades y figuras del mundo de la moda. Su auge se consolidó en los años 2000 con la aparición de aplicaciones de moda y referencia en medios de comunicación, donde se popularizaba la noción de que este tipo de perforación era un símbolo de la cultura pop.
A medida que evolucionaba la estética del piercing, también lo hacían las técnicas utilizadas para realizarlos, pasando de ser un procedimiento rudimentario a ser una práctica más segura y estandarizada en estudios de piercing y tatuajes. Hoy en día, la perforación del ombligo es común y se considera una opción accesible para quienes buscan modificar su apariencia corporal.
Tipos de piercings de ombligo
Al considerar hacerse un piercing en el ombligo, es esencial estar al tanto de los diferentes tipos piercing ombligo disponibles. Cada tipo tiene características y requisitos específicos, lo que influye en la elección de cada persona. A continuación, se detallan los principales tipos.
Piercing superior
El piercing superior es el tipo más común y seguro de perforación en el ombligo. Se coloca en la parte superior del ombligo y a menudo se les asocia con joyería más ligera y pequeñas. Este tipo de piercing permite diseños sencillos, como aros o barras en estilos variados, proporcionados por una amplia gama de opciones de joyería.
Save for minimalistic, it is the most appealing choice for those who prefer a more subtle approach. Además, el piercing superior favorece una cicatrización más rápida y menos dolorosa, convirtiéndolo en una opción ideal para aquellos que se están introduciendo en el mundo de los piercings.
La facilidad de acceso también implica que suele ser más fácil de limpiar y cuidar en comparación con otros tipos, reduciendo así el riesgo de infecciones durante el proceso de cicatrización.
Piercing inferior
El piercing inferior se sitúa en la parte inferior del ombligo, lo que permite el uso de piezas de joyería más grandes y elaboradas. Este tipo de perforación se ha vuelto popular entre quienes desean un efecto visual más audaz y pueden optar por diseños creativos. Al igual que el piercing superior, el inferior también es una elección versátil que se adapta a diversas estéticas.
Sin embargo, es fundamental tener en cuenta que el piercing inferior puede requerir más cuidado durante su proceso de cicatrización, debido a su posición, que puede verse más expuesta a la fricción con la ropa. A pesar de esto, muchos eligen esta opción por el efecto destacado que puede proporcionar.
Como siempre, al elegir este tipo de piercing, es crucial decidir cuidadosamente sobre el diseño y tamaño para evitar complicaciones a largo plazo y mantener el estilo que deseamos.
Piercing doble
El piercing doble combina las características del piercing superior y el inferior, permitiendo así dos perforaciones en el ombligo. Este tipo se ha popularizado por su atractivo visual, brindando a las personas la oportunidad de experimentar con joyería de diferentes estilos y formas en un mismo lugar.
El proceso de colocación puede ser un poco más complicado y, por ende, requiere un mayor cuidado post-perforación. Es esencial mantener cada perforación limpia y libre de irritaciones para asegurar una cicatrización adecuada y minimizar el riesgo de infecciones.
Los piercings dobles son ideales para quienes desean destacar entre la multitud y están dispuestos a manejar un mayor compromiso en términos de cuidado y mantenimiento.
Piercing lateral

El piercing lateral es otra opción interesante para quienes buscan diseñar su cuerpo de forma más creativa. Este tipo de piercing se realiza a un lado del ombligo, y a menudo se hace en pareja, teniendo un aspecto asimétrico que puede ser muy atractivo.
Sin embargo, es importante considerar que el piercing lateral puede requerir más tiempo de curación y cuidados especiales. Los cuidados pueden incluir evitar ropa ajustada y prestar atención a la higiene para minimizar el riesgo de infecciones.
Además, los piercings laterales son más susceptibles a cambios de presión, como al practicar deportes, por lo que es fundamental ser cauteloso al realizar actividades físicas y revisar el área con regularidad para detectar signos de infección.
Piercing interior
El piercing interior es menos común y presenta un reto mayor en términos de cuidado y colocación. Este tipo de piercing se realiza dentro del sitio del ombligo, lo cual puede permitir un aspecto diferente pero tiene un nivel de riesgo considerablemente más alto en comparación con otros tipos.
El riesgo de infecciones es mayor debido a la ubicación y el proceso de cicatrización, que puede ser complicado por la transpiración y la fricción. Es muy recomendable que solo personas con experiencia se realicen este tipo de piercing, y que una vez realizado, se presten atención a las instrucciones de cuidado dadas por el profesional.
La elección de joyería también debe ser cuidadosamente considerada, dado que en este tipo de perforación es fácil que el adorno se vuelva incómodo o cause irritación.
Materiales recomendados
Al elegir hacerse un piercing ombligo, la selección de materiales es crucial. Los materiales recomendados para las joyas de piercing incluyen el acero quirúrgico, que es altamente resistente a la corrosión y no suele causar reacciones alérgicas. Asimismo, el titanio es otra opción segura, siendo también liviano y biocompatible, lo que lo hace ideal para el cuidado post-perforación.
Otro material apto es el niobio, que se halla entre los metales más seguros y es menos probable que cause irritación en la piel. Es fundamental optar por joyas de alta calidad y evitar productos de bajo costo que pueden estar compuestos por materiales inferiores, que podrían causar molestias y complicaciones.
Materiales a evitar
Es igual de importante saber qué materiales evitar al optar por un piercing en el ombligo. Materiales como la plata y el latón son altamente desaconsejables, ya que pueden provocar reacciones adversas en la piel. La plata, aunque puede parecer estéticamente atractiva, no es un material adecuado debido a su tendencia a la oxidación y la posibilidad de reacciones alérgicas.
Además, los metales baratos o de origen desconocido pueden contener aleaciones que son perjudiciales para la salud y aumentar el riesgo de infecciones. Siempre es recomendable verificar la pureza del metal antes de realizarse cualquier perforación, asegurándose de que sea un material seguro y de buena calidad.
Cuidados después del piercing

La atención adecuada tras el procedimiento de perforación es fundamental para asegurar que el piercing ombligo abajo cicatrice adecuadamente. Es esencial seguir las instrucciones del profesional que realizó la perforación, incluyendo la limpieza del área, el uso de soluciones salinas y evitar tocarse la zona sin las manos limpias.
Limpiar el piercing con una solución salina al menos dos veces al día durante las primeras semanas puede ayudar a evitar infecciones y a mantenerlo en buen estado. Es necesario también evitar sumergir el área en piscinas o bañeras hasta que haya cicatrizado completamente, ya que el agua puede contener gérmenes que afecten negativamente el proceso de recuperación.
Además, evitar la ropa apretada y mantener la zona ventilada son consejos útiles para ayudar al proceso de sanación. Es mejor utilizar ropa suelta y evitar el uso de cinturones o accesorios que puedan irritar el piercing.
Riesgos e infecciones
Aunque hacerse un piercing en el ombligo es generalmente seguro si se realiza con un profesional capacitado, existen riesgos asociados que deben ser considerados. Las infecciones son una de las complicaciones más comunes, y pueden surgir por diversos motivos, desde el contacto con superficies sucias hasta la falta de cuidados adecuados.
Es fundamental estar atento a síntomas como enrojecimiento, inflamación, secreción de pus o dolor intenso. Si se presentan estos signos, es recomendable acudir a un profesional de la salud para recibir tratamiento adecuado.
Además, habrá otros riesgos como reacciones alérgicas a los materiales de la joyería, queloides (crecimientos anormales de tejido cicatricial), o desplazamientos de la joyería debido a movimientos bruscos. Por todas estas razones, es crucial seguir los cuidados adecuados y consultar a un experto ante la menor duda.
Consejos para elegir
Escoger el piercing ombligo ideal es una decisión personal que debe ser tomada tras una cuidadosa reflexión. Es recomendable investigar los distintos tipos de piercings y sus características, así como hablar con un profesional para obtener consejos personalizados.
Otro aspecto a considerar es el entorno en el que se realizará la perforación. Asegúrate de que el estudio de piercing esté limpio, cumpla con los estándares de higiene y sea trabajado por un profesional experimentado.
También es útil llevar imágenes de los diseños o estilos que te interesan para que el profesional pueda asesores mejor en cuanto a la elección de joyas y el proceso de colocación.
Conclusión
El piercing ombligo es una forma emocionante y personal de expresión que ha perdurado a lo largo del tiempo. La variedad de tipos disponibles ofrece una amplia gama de opciones para quienes buscan implementar esta forma de modificación corporal en su vida. Desde el piercing superior, que destaca por su simplicidad, hasta opciones más audaces como el piercing doble o interior, cada persona tiene la oportunidad de elegir lo que mejor se adapte a su estilo y necesidades.
El cuidado adecuado, la elección de materiales seguros, y la atención a los riesgos potenciales son aspectos cruciales que se deben considerar cuando se opta por esta forma de expresión. A medida que te embarcas en esta aventura de autoexpresión, recuerda que la investigación, la precaución y la consulta con profesionales son fundamentales para disfrutar de un piercing saludable y bonito.